¿Sufres mareos y no sabes el motivo? ¿Te suele pasar después de practicar tu deporte favorito? Pueden ser los síntomas de que tus gafas están mal graduadas y sus consecuencias pueden ser peores de lo que imaginabas.
¿Cómo saber si unas gafas están mal graduadas?
Puede que tu óptica no haya graduado correctamente tus gafas (menos frecuente), o bien que tus dioptrías hayan aumentado de forma progresiva durante los últimos meses. En cualquier caso, reconocer a tiempo los síntomas provocados por unas gafas mal graduadas es esencial, especialmente cuando entran en juego nuestra salud y seguridad. Sobre todo, si eres de los que les gusta practicar running, ciclismo o cualquier otro deporte que exija de las mejores aliadas. Los siguientes síntomas te ayudarán a detectar si, en efecto, necesitas pasar por tu óptica de nuevo:
Comprobar si tu visión es irregular es el mejor indicativo para saber si tus gafas deportivas están mal graduadas.
Visión borrosa
Existe un “truco de la vieja” infalible cuando queremos comprobar si nuestras gafas no están bien graduadas. Si te tapas un ojo y compruebas que la visión del otro no es todo lo nítida que debería, puede que tus dioptrías hayan aumentado en el último período. Si en tu caso experimentas visión doble o anomalías más irregulares, podríamos estar hablando de problemas mayores que requieren de una visita a tu profesional de confianza de inmediato.
Mareos
Generalmente, una pérdida de visión genera otro síntoma mucho más localizable: los temidos mareos o dolores de cabeza.
Sí, puede que en ocasiones este problema derive de otras causas, pero si nuestra visión es irregular, el inconsciente acto de forzar la vista puede provocar cefaleas. En este caso, es imprescindible comprobar si es necesario volver a graduar tus gafas.
Lagrimeo
Este suele ser un problema más avanzado (es decir, que los dos anteriores síntomas deberían hacerte saltar la alarma). Si sufres de lagrimeo o enrojecimiento en los ojos, estos son claros síntomas de unas gafas mal graduadas.
Consecuencias de unas gafas mal graduadas
Los aumentos de dioptrías no siempre se suceden de una forma brusca, sino progresiva. De hecho, muchas veces salta la liebre en exámenes rutinarios como el carnet de conducir, si bien desde Óptica Sport sí te recomendamos acudir a revisiones de forma periódica si ya existen antecedentes recientes. Una mala graduación no solo produce síntomas como los mencionados, sino que provoca un cansancio general que tiende a reducir nuestra calidad de vida de forma silenciosa.
Si hablamos de gafas deportivas, las consecuencias son incluso más preocupantes, ya que a pesar de la calidad de tus lentes, esa lágrimilla repentina o una vista cansada pueden reducir nuestro interés en el deporte, o peor, jugarnos una mala pasada sobre el asfalto.
Las mejores gafas deportivas graduadas
Tanto si tu graduación ha experimentado un cambio como si quieres hacer las cosas bien desde el primer momento a la hora de practicar deporte, en Óptica Sport encontrarás las mejores gafas deportivas graduadas. Ponemos a tu disposición lentes de expertos en innovación como Oakley para asegurarnos que cuentas con la mejor aliada para tu deporte favorito: desde running hasta ciclismo, pasando por fútbol e incluso golf.
Y ahora que ya conoces cuáles son los síntomas de una gafas mal graduadas, recuerda ser previsor para revisar las tuyas.